Almidón resistente: el carbohidrato que ayuda a prevenir la obesidad.
DOI:
https://doi.org/10.32870/rtmc.v1i4.44Palabras clave:
Almidón resistente, obesidad, Microbiota, Salud metabólicaResumen
La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial, relacionado en gran medida por hábitos alimentarios inadecuados. Hoy en día es común consumir alimentos muy calóricos y con poca fibra, lo que altera el equilibrio de nuestro metabolismo y favorece la acumulación de grasa. Dentro de las estrategias para prevenir la obesidad, ha cobrado relevancia el papel de la microbiota intestinal.
Las funciones de las bacterias “buenas” que viven en nuestro intestino, conocidas como microbiota, dependen en gran medida de los alimentos que consumimos, ya que desempeñan un papel clave en la digestión, el control del peso y la salud en general. Para que estas bacterias funcionen de forma óptima, necesitan ciertos nutrimentos que no siempre incluimos en nuestra dieta habitual.
Uno de los componentes que favorecen el equilibrio de la microbiota intestinal es el almidón resistente, especialmente el tipo 3. Este tipo de almidón no es digerido en el intestino delgado y llega intacto al intestino grueso, donde actúa como alimento para las bacterias “buenas”. Incluir almidón resistente tipo 3 a la dieta es más sencillo de lo que parece: basta con cocinar ciertos alimentos, como papa, arroz o pasta integral, y luego dejarlos enfriar antes de consumirlos. Así, además de cuidar la salud intestinal, se ha relacionado con beneficios en el control del peso, la reducción de la inflamación y mejorar el metabolismo.